20-12-2023
Desde hace diez años, el entrenador noruego Frank Kirkelan viaja a Gran Canaria en invierno al mando de grupos de estudiantes del NTG, un instituto de Oslo donde es posible combinar el deporte de alto nivel con los estudios académicos.
Kirkeland no es, claro, un profesor normal. Ha sido entrenador de equipos nacionales en la Federación Noruega de Vela y en la Federación Sueca de Vela. Tiene una carrera a sus espaldas en las clases Laser y 49er, y más tarde formó parte del trimarán ORMA de 60 pies "Team Academy”. Y es que el NTG tampoco es un instituto al uso. Se trata de un centro para deportistas de élite, que combina la enseñanza académica de las materias regulares con el entrenamiento y aprendizaje de algunas de las 13 disciplinas deportivas que incluye. Una de ellas, la vela.
Los alumnos, por tanto, según nos cuenta Kirkeland, son chicos “que están ya a un nivel muy alto en sus disciplinas y que pasan una selección para entrar en el instituto, que es una gran plataforma para educar y entrenar”, explica, ya que todos los profesores trabajan en equipo para mantener el equilibro entre la exigencia deportiva y académica.
Esta fórmula ha dado al mundo campeones mundiales, europeos e incluso olímpicos en la vela. Y todos los de los últimos diez años, han pasado por Gran Canaria y por el Real Club Náutico.
“Para un noruego el factor del clima es una obviedad, el invierno en nuestro país es muy duro para practicar este deporte, pero hay muchas más razones por las que volvemos cada año”, explica el entrenador. Y menciona, en primer lugar, la buena relación con el club y la calidad de sus instalaciones. “Nos sentimos muy bien recibidos, no sólo por el personal de la vela, por todo el club, e instalaciones como estas no existen en Escandinavia, allí tenemos clubes pequeños gestionados por voluntarios, pero esta calidad y este ambiente no son habituales”, reflexiona el noruego, para quien “la amabilidad aquí es extraordinaria”, y la historia del club, abrumadora.
“Para mis alumnos, solo ver la pared de la escalera donde están inscritos los nombres de cientos de campeones es una inspiración, quiero que aprendan del ejemplo de tantos regatistas canarios y de este club que, con esfuerzo y buen trabajo, se puede llegar muy lejos”
Además, hay muchos vuelos directos, lo que permite mantener el gasto a raya, y el transporte es fácil. Si, desde el punto de vista de un entrenador, Kikeland asegura que es mejor volar a una isla que poder llegar a la regata por carretera. “Para venir aquí, en tres horas tengo todo cargado en un contenedor y lo mando por barco, conducir al final significa preparar muchos vehículos y hacer muchas más horas de viaje, es más compleja la organización”.
Otra particularidad que destaca como un gran beneficio son las condiciones para la navegación. Y es que la bahía de Las Palmas de Gran Canaria goza de aguas poco profundas, y puedes tener fuertes vientos sin grandes olas, lo que como destaca Kikerland, es ventajoso para los regatistas jóvenes. “Y luego según te alejas tienes olas más grandes, por lo que te ofrece todas las opciones según lo que quieras entrenar”, continua el profesor, quien añade que, además, está el tema de “la variedad de combinaciones”. Y lo explica: en Noruega las olas grandes van siempre acompañadas de fuertes vientos, pero en Gran Canaria puedes tener viento suave y olas grandes, por ejemplo. “Eso no pasa en Escandinavia”. En definitiva, y en su opinión, aquí tienen “todo lo que necesitamos para crecer y aprender como equipo”.
Tanto es así que al terminar la Semana Olímpica Canaria de Vela, sus 15 alumnos y los otros dos profesores que viajaron con el grupo regresaron sin el material. Lo dejaron almacenado en el club porque en febrero vuelven a la regata de Carnaval.
La primera marca el inicio de curso para sus estudiantes. Es una competición de alto nivel que para Kikerland les permite coger de nuevo la forma después de dos meses en tierra en algunos casos. Este año, ha sido especialmente emocionante participar, dice, por tratarse del 25 aniversario, y le augura un gran futuro a pesar de los eventos competidores que en estas fechas han aparecido en otros lugares como Portugal o Palma de Mallorca. “Estoy convencido de que seguirá siendo una regata importante especialmente para los deportistas del norte de Europa”.
Para sus alumnos, desde luego, seguirá siendo esa gran aula en la que Kikerland pretende enseñarles que la navegación es, por su experiencia, “como la vida”. “Si eres una persona amable, agradecida con la vida, que sabe comportarse, eso se refleja en tu desempeño deportivo”, defiende. “Para mi la buena conducta en la navegación es lo más importante, e intento transmitírselo a mis alumnos en los muchos lugares a los que viajamos -dentro del país- para participar en distintas regatas”. Y es que para este entrenador, que lleva toda una vida ligado al mar, la vela es un deporte que te exige, como todos los acuáticos, adaptarte a una nueva situación cada día. “No puedes fiarte ni de las previsiones, hay que saber ser paciente, saber adaptarse y ser capaz de hacer lo mejor con lo que tienes”.
Ese es el gran aprendizaje y la Bahía de Las Palmas de Gran Canaria, el mejor lugar que ha encontrado para enseñarlo.